Technological Paranoia... Does anyone listen to us?

Por William Romero

Creado el 10/10/2018

¿Nos escuchan? ¿Somos parte de un experimiento de las grandes empresas tecnológicas? Las respuestas para las anteriores son quizás sí y si. Estas preguntas son de las más frecuentes en las personas que utilizan sus redes sociales y se han encontrado con estar conversando de algún producto por la tarde y en la noche, al ingresar por vigésima quinta vez a sus redes sociales, apreciar que en las publicaciones promocionadas, encontramos alternativas al producto que estábamos buscando o el mismo al que nos referíamos. Y la pregunta que nos llega a continuación es ¿deberíamos de vivir cual menonitas para evadir estas prácticas?. La respuesta es, no.

Cuando analizamos bien la razón de uso o el origen de las redes sociales, podemos apreciarlas como un canal más de comunicación en la que todos tienen el mismo volumen de voz y a su vez, es gratuito ¿no?, cuantos beneficios. Alguien comentaba sabiamente una vez, que en un "servicio gratuito, el producto eres tú"  ya que funges como elemento de análisis de mercados, de análisis social, etc. Pero ¿esto debería de preocuparnos?.

En principio, podría decirse que tu privacidad está peligro. Que lo que necesitas ciudar son tus interacciones más humanas para evitar sucumbir al constante monitoreo que las redes y herramientas tecnológicas que utilizas, realizan de ti, pero gracias a herramientas menos invasivas como los cookies en los sitios web, tenemos la capacidad de recibir publicidad de lo que nos interesa y no consumirla a golpe como puede pasar en la televisión u otros medios.

Quizás muchos pueden pensar que las redes sociales abusan de los derechos de manejo de nuestra información, pero déjame contarte que tu les has permitido acceder a gran parte del uso de tu información mediante los contratos que normalmente saltas o aceptas sin leer o bien, cuando instalas la aplicación y apruebas que la misma utilice tu cámara de video o bien, el micrófono de tu móvil.

Según, el diario Ewa Luger, una investigadora y especialista en Ética en el Diseño de Maquinas Inteligentes de la Universidad de Edinburgh, la incertidumbre de que las aplicaciones escuchen lo que hablamos, es "un problema ético" e indica que es realmente fácil hacerlo mediante las configuraciones básicas de tu móvil. Podemos recordar la revelación del manejo de los datos de millones de personas que en su momento reveló Edward Snowden, quien dió luz sobre todo lo que para muchas personas era un mito.

 

Lo negativo y lo positivo

Desde nuestra perspectiva, la incertidumbre de conocer si las grandes redes sociales se dedican a grabar nuestras conversaciones nos merece un análisis serio del asunto. En el aspecto negativo, podríamos decir que no todo ha sido creado en este mundo y que probablemente, si buscamos innovar la sociedad mediante un producto o servicio para todo el mundo, jugaríamos con las probabilidades en nuestra contra, ya que cualquiera que se encuentre recopilando información sobre nuestras interacciones, podría robarte una idea valiosa. Así también, esto podría jugar en contra de intereses políticos o sociales, los cuales podrían ser manipulados mediante el uso tendencioso de nuestras conversaciones. Desde este punto, todo es negativo.

Por otra parte, los aspectos positivos de todas las formas en las que los sitios y aplicaciones buscan saber más de nosotros, nos acerca más a los gustos que compartimos y los cuales buscamos a diario. Para las empresas que pagan publicidad en redes sociales o en motores de búsqueda, es necesario conocer las costumbres de los usuarios que son su público objetivo ya que con ello son capaces de generar la proximidad necesaria para construir una relación comercial satisfactoria. Así también, organizaciones humanitarias y sin ánimo de lucro, pueden realizar conexiones estratégicas con personas, colaboradores e inversionistas que les ayuden a cumplir su cometido.

 

Por lo tanto y para la tranquilidad relativa de todos, les invitamos a seguir compartiendo lo que deseen en sus redes sociales, siempre recordando que todo lo que una vez se ha creado digitalmente, deja huella y por tanto, debemos de basarnos en el sentido común, para luego no arrepentirnos de decisiones que hayamos tomado anteriormente. La tecnología no es dañina, el uso para el que el ser humano la aplique lo es.