Autonomía tecnológica vs. Realidad

Por William Romero

Creado el 11/02/2019

En este momento, todo aquel que produce tecnología está en una etapa crucial debido a que muchos han sido los avances que se han mostrado a la fecha en diferentes ramas, pero en algunos sectores, el peso del error humano como productor o artífice de la misma, puede condenar el crecimiento de un modelo de negocio innovador tal y como reconocemos ahora mismo a algunas empresas que están llevandola hasta otro nivel.

 

En el presente, se utiliza la autonomía para asistir el volante de un automóvil y poder predecir mediante el uso de sensores de presición, la cercanía y o velocidad con la que el mismo debe de conducirse. Así también, se hace uso de la autonomía de "procesamiento" para analizar grandes cantidades de información, con la intención de conocer la interactividad de los clientes hacia un negocio o producto, etc. Hasta allí, todos podemos mencionar algunas empresas como lo hacen Tesla con sus autos autónomos, Netflix con sus menús dirigidos al tipo de usuario quien lo requiere, a Spotify y sus recomendaciones de géneros musicales basados en tus gustos musicales. Todo esto, conlleva la interpretación y consideración de algoritmos entrenados para tomar elecciones y presentarlas al usuario o bien, crearlas o producirlas para el usuario pero... ¿Qué pasa cuando algo sale mal? 


Lamentablemente, en el caso de las empresas de coches autónomos, el escenario y el impacto son directamente proporcionales a la negativa que muchos sectores interpondrán sobre este tipo de tecnología, la cuál podría no ser perfecta pero tal cual lo ha sucedido en la carrera espacial, no todas las naves lograban siquiera despegar. El problema es que tanto las situaciones como el contexto, pesan sobre los nuevos avances tecnológicos, más de lo que podría evaluarse su efectividad en el futuro. ¡Ojo! Que no queremos parecer descorazonados con los accidentes que han tenido estos mismos autos en tiempos recientes pero, negarse o ceder a la presión de lobbies del sector del petróleo para vetar el avance tecnológico, será despedirse del planeta en menos del tiempo que nos resta para tener que dejarlo o si no encontramos otro igual, morir en él.

 

La tecnología, ha fallado. Muchas veces. Lo han hecho grandes sistemas de seguridad que pretendían proteger datos bancarios, lo han hecho los grandes tecnológicos con nuestros datos y privacidad, lo han hecho grandes algoritmos para preveer situaciones de riesgo en algunos países, pero todos lo han hecho porque dentro del proceso de su creación, hay un humano detrás que puede equivocarse aunque con ello, provoque una cisma empresarial. Pero con todo esto, la tecnología nos han permitido herramientas nuevas para proteger nuestros accesos a datos bancarios, los bancos por su parte ha podido manejar mejor los ataques que diariamente reciben de computadoras programadas para tal función, algunas empresas han podido acercarse a nuevos clientes mediante el sistema de analisis de audiencias que proveen tanto Facebook, Twitter, LinkedIn, etc; o bien han podido precisar mediante a data filtrada, reducir el promedio de conflictos que pueden producirse en un lugar. 

 

Por ello, hemos de compartirles que aunque muchas veces puedan producirse situaciones no deseadas en sus productos tecnológicos, renegar de ellos o de su tecnología, podría ser un paso atrás en la producción de algo nuevo, útil y realmente necesario para todos, ya que todo invento puede mejorarse con la crítica de sus compradores.